Los cobijaron en su hogar, les dieron mucho cariño y les enseñaron como vivir en un país nuevo para ellos, que en un futuro se convertiría en el nuestro. Fred y Nelly eran los dos jubilados del ejército americano, y por su carácter cordial tenían muchos amigos.
Incorporaron a Ricardo y Clinita rápidamente a la vida social de Raleigh, pasando veladas inolvidables en “The American Legion”. Esto les dió una oportunidad de conocer personas que los ayudarían a iniciar sus vidas. Fred llevó a Ricardo a la compañía de ferrocarriles “Norfork Southern”, donde fue contratado inmediatamente y trabajó para esta compañía por 17 años. Fred llevó a Clinita a “Clark Art Shop”, el cual fue su primer trabajo en USA. Y así llegó el día del viaje de Julita y Albertito a Raleigh, siendo recibidos con mucha felicidad y amor por todos. Fred y Nelly se convirtieron en verdaderos padres para todos. Nelly preparaba exquisitas comidas de estilo tradicional sureño, los sacaban a pasear y les enseñaban Inglés. Julita entró al Colegio “Cardinal Gibbons”, estudío con gran empeño y esfuerzo, convirtiéndose en una alumna destacada y querida por todos. En esta época conoció a Aaron a través de María Carbone. María era vecina de Aaron y la mejor amiga de Julita.
Ricardo tenía un compañero de trabajo llamado George Pleasant, que vivía con su madre en una antigua plantación de tabaco, “Arden Farm”. En los Domingos en la tarde iban a visitarlos. Mientras “Mamá Pleasant” preparaba y les enseñaba a las chicas exquisitas comidas sureñas, los jóvenes recorrían la plantación de tabaco sacando fotos. Asistieron a la cosecha de tabaco, admirando a un grupo de sureños americanos que por generaciones se han juntado a realizar este tradicional evento.
A fines del 74, Ricardo fue transferido a Washington DC. Albertito volvió a Chile. Julita se graduó del “Cardinal Gibbons”, volviendo posteriormente a Chile.
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