Fuimos al Canelo con El Tata Alfredo y la Mutti, a visitar al Tata Alberto, y de vuelta pasamos a Pirque, para conocer la Viña Concha y Toro y sus jardines.
Viajes al sur con estadía en casa del Tío Alex en Temuco. Siguiendo el paseo a casa de la Tía Guste en Río Bueno, que siempre nos ha acojido en su hogar con mucho cariño, preparando dulces y comidas exquisitas en el tradicional gusto alemán, heredado y aprendido por la familia de la Mamí. La Tante Lidia transformó su casa en una Posada, adonde íbamos a veranear a esta casa antigua construída con maderas nativas Chilenas de estilo alemán, con una bella vista al lago Ranco, atraves de los cristales de una acogedora galería, llena de plantas e historia de la familia.
Clinita y Adrianita pasaban horas mirando fotos antiguas con un ingenioso instrumento de doble lupa, adonde muy impresionadas veían las fotos de sus antepasados en tercera dimención. La Tante Lidia nos llevaba de paseo en una barcasa, recorriendo las cristalinas aguas del Río Ranco. Las vacaciones continuaban con la estadía en Cancura, en el hogar de nuestros queridos compadres Carlos y Normita Burgos, pasando momentos inolvidables en esta bella casa sureña, en que nuestros hijos se criaron juntos, compartiendo juegos infantiles y paseos. Otras veces íbamos a casa del Tata Alberto en Maitencillo, pasando por la asoleada ciudad de Viña del Mar.
En Rancagua teníamos una ocupada vida social con muchos amigos. Los Sábados hacíamos fiestas en diferentes casas, pasando noches amenas riéndonos con la creativa imaginación de nuestros amigos, especialmente Kery y Maigo Monterrey. Yo tenía oficina en Rancagua y Sewell, subíamos al mineral en el automotor de la Braden, pasando por Coya y Caletones. En Sewell teníamos amigos muy queridos como la Alejandra Wochikowsky y su familia. Ella era dentista y atendía a los niños desde chiquititos.
Pagina 1 - Más fotos de los años en Rancagua.
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