Tanto en la niñez como juventud de nuestros hijos nos preocupamos de hacerlos amantes de la naturaleza y activos deportistas de montaña. Junto con llevarlos a visitar los bellos parajes y familiares del Sur de Chile, especialmente Osorno, Cancura y Los Lagos.
Clinita y Adrianita participaban en la Vida Social con nosotros. Adrianita conoció a Gerardo en 1965, en la casa del Comandante de Puente Alto. Esta casa fue construida por mi Padre cuando él era Comandante, y nosotros vivimos en ella, cuando yo era Cadete.
En 1967 yo me trasladé a trabajar a Santiago, como ingeniero programador de Capacitación Industrial al INACAP (Corfo). Por este cambio pudimos regresar a vivir permanentemente en nuestra bellísima parcela de Vicuña Mackenna, disfrutando nuevamente la naturaleza y el aire puro. Ampliamos la casa para tener más comodidades.
Las chicas continuaron en el Braemar, almorzando en el colegio y se trasladaban mañana y tarde en un vehículo para colegiales. Albertito se quedaba en casa de la Mimí hasta el Viernes. En 1968 terminamos la casa con sacrificios, pero con la satisfacción y felicidad de vivir en lo propio.
En 1969, Gerardo y Adrianita se pusieron de novios. Clinita en 1968 fue alumna de intercambio en USA (Topeka), en el hogar de la encantadora familia Wold. En 1969 entró a la Universidad de Chile, Escuela de Diseño, donde conoció a Ricardo, con quien pololeó hasta que se pusieron de novios en 1969.
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