Breve Historia del Matrimonio Polloni-Morgado Escrito por Alberto Polloni Pérez
El matrimonio de Antonio Polloni Guzmán y Julia Morgado Covarrubias se realizo en 1895. No tuvieron hijos, pero después de la muerte de Alberto Polloni Guzmán adoptaron a su sobrino Alberto Polloni Roldan, y una sobrina Elena Morgado. El Abuelo Antonio estudio leyes hasta la Revolución de 1891, donde participo. Posteriormente se recibió de profesor Secundario de Arte.
La Abuelita Julita mantuvo la casa que compraron con mucho sacrificio. El Abuelito era un talentoso pintor al óleo, ganando varios premios por su Arte. En 1920 recibió el 1er Premio Nacional de Arte por su auto retrato "El Pobre Diablo". También era un destacado fotógrafo, haciendo trabajos parciales para la Armada Chilena. Sacaba fotos panorámicas que unía una tras otra hasta formar todo el horizonte.
Sus vidas fueron un ejemplo de virtudes y austeridad. En 1898 adoptaron legalmente a su sobrino (mi padre), Alberto Polloni Roldan. En 1915 mi padre estudio un año de medicina, pero los abuelos no tuvieron los medios, como para seguir costeando los estudios, por lo que entro la Escuela Militar con una beca. Se recibió en 1918 y se caso con Adriana Pérez Abè en 1919, cuando el tenia 21 años y mi madre 16, nació el que escribe en 1920. En 1924 mis abuelos adoptaron (no se si legalmente) a su sobrina Elena Morgado de 4 años. Cuando mis padres fueron a Francia en 1924, conmigo y mi hermano Mario, mi hermano menor Sergio, en ese entonces recién nacido, no pudieron llevarlo por ser guagua, por disposición medica, debido a lo cual tuvieron que dejarlo con sus abuelitos. En 1928 los abuelos viajaron a Francia con la sobrina Nena y Sergio, invitados por mis padres a nuestra casa en Versalles, desde donde volvimos todos juntos a Chile en 1929. Época en que mi Abuelo Antonio jubilo, sin tener mas medios que su casa, su escaso retiro y algo que ganaba cuando vendía algunos de sus hermosos cuadros. Esto no era suficiente para mantenerse independientemente. En 1932 mis padres terminaron nuestra casa en Pedro de Valdivia, que tenia terreno grande al interior. Por lo que propusieron a los abuelitos que vendieran su casa y con el dinero se construyeran una casa en nuestro terreno interior, lo cual aceptaron ayudados por nuestros padres. También el abuelo compro un pequeño sitio en San Antonio, donde se construyo una casita, adonde todos íbamos a veranear. En 1941 falleció el Abuelito Antonio. En 1942 mis padres se divorciaron, dividiendo la propiedad de Pedro de Valdivia en dos. Mi madre quedo dueña de la casa del frente con su terreno, y mi padre del terreno interior con la casa en la cual vivía la Abuelita Julita. Al fallecimiento de la Abuelita en 1955, mi padre vendió la parte de atrás a mi suegro, Don Alfredo Becker. Yo nunca tuve noticia del testamento de la Abuelita, salvo lo dicho por Don Alfredo, en el sentido que mi padre le habría entregado parte del dinero, producto de la compra a Sergio.
Ahora en el año 2000, yo escribo esta breve historia, vivida en su parte final con el único objetivo de demostrar la vida ejemplar, modesta y digna de mis abuelos, Antonio y Julia. Su dedicación a la familia, su apoyo y ayuda a mis padres durante todos los años de nuestro crecimiento. Sus cuidados y cariño, Que siempre llevaremos en nuestros corazones, profundamente agradecidos.
Alberto Polloni Pérez
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